En su trayectoria como investigadora, la Dra Liliana Cotto Morales ha privilegiado el desarrollar conocimiento sobre los sectores populares y marginados.
Explica la Dra Cotto Morales en el prefacio* de su libro »Desalambrar» (primera edición del 2006): »Esto es así porque al prestarle atención a sus acciones, percepciones y discursos, los académicos y los políticos podrían percibir e intuir nociones no contempladas en los debates públicos que, en muchas ocasiones, se han convertido en circulares e insolubles. Debido a que los saberes, opiniones y alternativas que producen estos actores sociales tienen tan poca difusión, su inserción en el proceso político del país se limita, en la mayoría de los casos, a votar en procesos diseñados por las élites hegemónicas. Élites que, históricamente, no les han tomado en cuenta. Es innegable que, en ocasiones, los sectores dominantes les ensalzan… con discursos populistas que, en su mayoría, resultan ser también políticas de élites, en tanto favorecen el paternalismo y el estado de situación».
*Lea todo el prefacio del libro »Desalambrar» (primera edición del 2006) al final de esta página.
Investigaciones en Proceso
(01-JAN-11 a 12-JAN-12) Cotto-Morales, Liliana. Movimiento Social de Paz para Vieques: Visiones, propuestas y legado/ Social Movement for Peace in Vieques: Its visions, proposals and legacy
(21-DEC-10 a 21-DEC-12) Dra. Liliana Cotto Morales Dra. Carmen Milagros Concepción Dra. Mariolga Reyes Cruz Arq. Edwin Quiles Rodríguez. Creación de nuevos saberes en tiempos de crisis: Nuevos saberes en las acciones colectivas opuestas al Paseo Caribe. Fondos: Fundación Ford: $2,000.00 (2009-2010 – 2010-2011).
Investigaciones Realizadas
(2006) Dra. Liliana Cotto Morales. Análisis Socio-Histórico de Las Tomas de Tierras en Puerto Rico Como Movimiento Social 1968 a 2000.
Prefacio del libro »Desalambrar» escrito por la Dra Liliana Cotto Morales, primera edición del 2006.
Este libro tiene que enmarcarse en tres tiempos: el tiempo de la investigación de la tesis doctoral, que realicé de 1985 a 1989; el de la investigación de campo de tres rescates (ocurridos en 1992), efectuada de 1994 a 1996; y el presente, en el que he estado participando de la mágica experiencia de un movimiento social como el de “Paz para Vieques”. Cada una de estas experiencias de investigación y trabajo son, simultáneamente, expresiones de los intereses que marcaron mi vida como académica y como ciudadana. Estos son: conocer la relación entre los saberes populares y las luchas o movimientos sociales, esclarecer cómo podrían los sectores populares tener una voz activa en la política sin depender de los partidos y promover una cultura política más participativa y democrática. En cada uno de los tres tiempos me motivó el deseo de documentar los saberes populares que sustentan las ideologías de protesta de los grupos movilizados. Quise presentar un trabajo histórico y sociológico que diera a conocer las formas de resistencia de los rescatadores y rescatadoras según se revelaron en sus prácticas organizativas. A la vez, intenté dar a conocer las consecuencias sociales de sus acciones. En los setenta, estas movilizaciones conocidas como rescates de terreno formularon “nuevas formas de hacer política” que parecían olvidadas pero que se han reciclado de diversas maneras en décadas más recientes.
No soy una académica contemplativa, ni tampoco una activista tradicional. No obstante, he tenido una intensa experiencia en ambos ámbitos de la práctica social. Creo que esa interacción entre la teoría y el activismo ha matizado mi visión de la relación entre la investigación y la escritura, fortaleciendo mi compromiso con la educación. Es en el ámbito de la educación en el que se cuajó la colaboración con Gloria López.
El libro que presento es pertinente para los rescatadores, estudiantes, organizadores comunitarios, maestros, funcionarios de gobierno académicos y ciudadanos de a pie, como un primer acercamiento a un tema poco estudiado. Es un documento académico, con recursos innovadores que estimulan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Responde al interés de producir un libro que, sin ser de texto, tome en cuenta las múltiples necesidades de los lectores y lectoras. Está dedicado a los rescatadores y rescatadoras de todas las épocas y a toda la gama de posibles lectores.
No es que los pobres sean mejores, ni tengan la verdad histórica; es más bien que, al prestarle atención a sus acciones, percepciones y discursos, los académicos y los políticos podrían percibir e intuir nociones no contempladas en los debates públicos que, en muchas ocasiones, se han convertido en circulares e insolubles. Debido a que los saberes, opiniones y alternativas que producen estos actores sociales tienen tan poca difusión, su inserción en el proceso político del país se limita, en la mayoría de los casos, a votar en procesos diseñados por las élites hegemónicas. Élites que, históricamente, no les han tomado en cuenta. Es innegable que, en ocasiones, los sectores dominantes ensalzan a los pobres con discursos populistas que, en su mayoría, resultan ser también políticas de élites, en tanto favorecen el paternalismo y el estado de situación.
No hay duda que es importante para la historia social de Puerto Rico explorar los orígenes de esta lucha urbana de la década de los setenta. Me pareció interesante además, comparar las prácticas y los discursos de los rescates de otro período, el comprendido entre 1992 y 1996, protagonizados por otros actores sociales y otro tipo de Estado. Los datos que permiten esta comparación fueron recopilados en lo que he llamado el “segundo tiempo”. La lucha por expulsar la Marina de Guerra de Estados Unidos de la isla de Vieques y por encausar un desarrollo sostenible, democrático, fue pluriclasista. Entre ellos hay activistas que se formaron en las luchas de los rescates. Este es el tercer tiempo.
Fernando Picó en El día menos pensado1 confirma la importancia de investigar estos sectores:
“Se trata (…) de examinar, dentro de la globalidad de nuestra sociedad, aquellos sectores que han escapado la atención minuciosa de nuestros historiadores y de escribir una historia desde ellos, desde sus vidas. Esto no quiere decir que se excluyan otros sectores, sino que se miren desde la perspectiva de los que no son sectores dominantes ni laborales”.
Esta publicación se hizo necesaria a raíz de la investigación de campo del
“segundo tiempo” en el que examiné el proceso formativo de tres rescates de terreno y que tuvo como resultado la fundación en 1992 de: Villa Esperanza y Villa del Sol en Toa Baja y Villa del Carmen en Loíza. Cuando comencé a redactar los hallazgos, me encontré haciendo comparaciones con los rescates de los setenta y sentí la falta de suficientes referencias. Las notas explicativas se hicieron extremadamente largas. Concluí que era preciso producir este texto como referencial de comparación, entre los orígenes de los rescates bajo el Estado benefactor de los setenta con los realizados bajo el Estado empresarial neoliberal de la década de 1990.2 El libro tiene también valor didáctico, no hay muchos textos que traten sobre las luchas urbanas en general ni los rescates en particular.
Para reconstruir la historia usé dos periódicos cuyas ideologías y discursos son totalmente distintos: The San Juan Star y Claridad. Dependí mayormente de estos relatos porque los documentos de gobierno son escasos e incompletos, tal como lo fueron para el período de 1994 a 1996. Con el propósito de ampliar el análisis de contenido de los rotativos, en 1988 hice varias entrevistas personales con actores de los procesos de rescates a fin de verificar los acontecimientos.
En ambas investigaciones utilicé una metodología cualitativa. La diferencia fue que en la primera en 1989, me apoyé mayormente en el análisis de contenido de los periódicos y otros documentos mientras que en la segunda (1994-1996), realicé 30 entrevistas a rescatadores y funcionarios gubernamentales. Organicé también una estadía con mi equipo de trabajo en cada uno de los tres lugares de rescates para recoger material etnográfico que aún no se ha publicado. Esta publicación s e ha adaptad o para un público general, amplio y está acompañada de cierta s clarificaciones teóricas .3 El libro consiste de una introducción, cuatro capítulos y tres apéndices. En la introducción se explica el mar coteórico que guió la investigación y se presentan algunas reconceptualizaciones posteriores d e lo s movimientos sociales. El capítulo uno contextualiza el surgimiento de los rescates antes de 1968; los capítulos dos y tres recogen la investigación de la tesis doctoral, haciendo énfasis en las prácticas de rescate y e n las respuestas gubernamentales de dos administraciones: el Partido Nuevo Progresista (1969-72) y el Partido Popular Democrático (1973-76). Ambos capítulos contiene n fotos que ilu stran la época, así como organizadores gráficos que facilitan la le tura y aclaran conceptos teóricos e histórico s. En el capítulo cuatro se presentan algunas conclusiones y se identifican elementos de estas movilizaciones que son pre cursores de luchas y proceso s sociales posteriores. Se incluyen, con propósitos comparativos, algunas características d e los rescates estudiad os de 1994 a 1996.
El Apéndice uno presenta una selección de artículos y editoriales que representan los discursos predominantes en los dos periódicos consignados, que sirvieron de fuente para la investigación. Incluye, además, los artículos del periodista y ecologista Carmelo Ruiz Marrero en sus columnas de la sección En Rojo del periódico Claridad entre los años 2000 al 2002. El mismo permite hacer una lectura directa de algunos de los discursos que constituyeron la base de mi interpretación.
En el Apéndice dos quiero subsanar una imperdonable ausencia en los datos que recopilé de los dos periódicos: los rescates realizados en Vieques bajo la consigna, “Haciendo a Vieques más grande” y el importante papel que desempeñó la comunidad religiosa Jesús Mediador en el sector El Volcán de Hato Tejas. Los testimonios de las parejas viequenses Manuel Silva Casanova y Carmen Mitchel, Carmelo Félix y María Velázquez, así como el de la hermana Idalia Seijo de la Comunidad Jesús Mediador, añaden otra dimensión a la perspectiva que ofrece el libro. De igual manera, lo hace la carta del ex alcalde Radamés Tirado. Los mapas incluidos en el Apéndice tres ilustran la frecuencia e intensidad de los rescates en los períodos examinados.
Un libro como este requiere de muchos agradecimientos. Quiero reconocer a Jill Hamberg, que me propuso el tema y a Ineke Cunningham y Pablo Navarro, quienes desinteresadamente hicieron el trabajo de directores de tesis. Gracias también a los compañeros que compartieron sus experiencias y sus conocimientos: Efrén Rivera Ramos, por las largas e interesantes discusiones sobre sociología del Derecho; Elliot Santiago, por la información sobre la organización interna de los rescates; Carlos Gorrín, por los detalles jurídicos y sociales del Piquete Maratón; Pedro Saadé y Pedro Varela, que compartieron su análisis de la función de Servicios Legales y a Felipe Cirino, Gervasio Morales y Luis Alonso, que ayudaron a clarificar el apoyo del Movimiento Pro-Independencia y del Partido Independentista, respectivamente. De forma especial, quiero manifestar mi gratitud a Jorge Flores y a Norberto Martell por haber compartido la historia de su rescate de Campo Alegre de Ponce, dándole vida a la documentación periodística.
Quiero agradecer al Programa Graduado de Traducción de la Universidad de Puerto Rico y a quien fue su directora, la profesora Sara Irizarry. El Programa sirvió de enlace para que la disertación doctoral en la que se fundamenta esta publicación pudiera traducirse como proyecto de tesis de dos estudiantes de maestría. Mi reconocimiento a las traductoras Vivian Valentín Torruella (a cargo de la primera parte) y Mayte Ramos Ortiz (responsable de la segunda parte) por su cuidadosa labor.
Quiero también dar las gracias a Armindo Núñez por haberme motivado a desempolvar la investigación; a Gloria López, que abrió un abanico de posibilidades para hacerla más pertinente, a Ricardo Alcaraz, quien se lanzó a la loca empresa de hacer una propuesta gráfica; a Viviana de Jesús y Rosa Hernández, asistentes de investigación que, en diferentes momentos, colaboraron en la organización del material para la publicación; a Consuelo Corretjer que realizó el tedioso pero inevitable trabajo de la primera corrección de estilo; y a Claridad por el material fotográfico y la Colección Puertorriqueña de la Universidad de Puerto Rico, por poner sus archivos a mi disposición.
Es necesario reconocer, a demás, la colaboración de los periódicos Claridad, The San Juan Star y Diálogo al permitirnos incluir sus artículos en esta publicación que hubiera quedado trunca sin las entrevista s a los rescatadores y rescatadoras de Villa Borinquén en Vieques: los esposos Manuel Silva Casa nova y Carmen Mitchel Figueroa, Carmelo Félix y María Velázquez, el exalcalde de Vieques Radamés Tirado asi mismo agradezco al Padre Álvaro y a la Hermana Idalia de la Comunidad Jesús Mediador, cuyos testimonios han enriquecido nuestro trabajo.
Finalmente, pero no menos importante, a mi familia, sin cuya cooperación y apoyo no hubiera podido emprender el proyecto. En especial a Edwin Quiles Rodríguez, mi esposo, que nunca perdió la fe y lo demostró en la práctica cotidiana, y a Genoveva Morales Menéndez, mi madre, por su confianza total y apoyo.